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¿Que almohada elijo?

¿Que almohada elijo?

Hoy nos toca hablar de una parte importante y responsable de nuestro descanso diario, la almohada.

Para obtener un buen descanso durante la noche, no solo basta con tener un buen colchón, la almohada tiene una importancia fundamental en una noche de descanso reparador.

Una almohada es una pieza mullida, en la que se apoya la cabeza durante el sueño. Su objetivo, es mantener recta la columna vertebral, rellenando la concavidad del cuello para relajar la nuca, evitar tensiones musculares, disminuir el estrés acumulado durante el día y ayudar a conseguir un sueño relajadado.

Por ello, a la hora de elegir la almohada adecuada debemos tener en cuenta tres puntos:

* Materiales de relleno para ver si su transpiración es buena o mala.

* La postura que adoptamos a la hora de dormir.

* La firmeza del equipo de descanso.

Por el material de relleno, nos podemos encontrar diferentes tipos de almohadas:

* Almohadas de fibra.

Suelen ser las más habituales y suelen ser sintéticas, con fibras huecas y siliconadas y en función de la cantidad de la misma, la almohada es más o menos firme.

* Almohadas de pluma.

El relleno lo forman plumas de ave, las mejores generalmente están rellenas de duvet de oca.

* Almohadas de látex.

Material natural, fresco y transpirable y con mucha capacidad de adaptación a las diferentes posturas que adoptamos por la noche.

* Almohadas de Memory Foam.

Material ideado a partir de la tecnología aeroespacial, gracias a sus propiedades físicas evita la sensación de gravedad y produce un alivio de presión. Totalmente ergonómico alivia y previene problemas de cervicales y cuello. Más conocido como viscoelastica.

Por su forma podemos distinguir entre las almohadas tradicionales la almohadas mariposa cervicales, indicada para personas con dolencias cervicales, y la clásica almohada cervical; una almohada corta ( normalmente hacen entre 50 y 60 cm ) con forma cóncava y resaltes en su superficie que también suele destinarse a personas con problemas cervicales aunque también es utilizada por personas que no padecen de cervicales pero que les gusta la forma particular que esta almohada tiene.

Para elegir un tipo de almohada tenemos que ver en qué posición dormimos:

Si dormimos boca arriba, se recomienda una almohada fina para asegurar que la columna cervical forma con la columna dorsal el mismo ángulo que al estar de pie.
Si dormimos de costado apoyados sobre un hombro, se recomienda una almohada gruesa para mantener el cuello en el eje de la columna dorsal. Recordad que la almohada ha de rellenar el espacio que tenemos entre el hombro y la oreja. Esta distancia varía de una persona a otra, por eso en las almohadas también hay tallas; hay almohadas de 7, 10, 13 y 15 cm.
Si dormimos boca abajo, modificamos la curvatura de la columna lumbar y no es una posición nada recomendable, pero si no se puede dormir en otra postura, hay que intentar hacerlo ligeramente de costado y elegir una almohada muy baja.

Si nos movemos mucho por la noche y no estamos seguros de en qué posición pasamos más tiempo durmiendo, los especialistas recomiendan seleccionar una almohada que tenga un alto grado de flexibilidad, ya que de esta manera podrá adaptarse mejor a todas las posturas que adoptemos durante la noche. Las almohadas de relleno natural tienden a tener esta cualidad.

La firmeza del equipo de descanso también determina la almohada:

Todo lo mencionado anteriormente ha de acompañarse con la siguiente observación: la firmeza del equipo de descanso determina qué altura, material o densidad de almohada necesitamos. Por ejemplo; una almohada de 10 cm de altura puede venirle bien a una persona que duerma de lado en un colchón suave porque el colchón bajará unos 3 o 4 cm y esos 10 se convierten en 13 o 14 cm pero la misma almohada para la misma persona en un colchón firme no serviría. ¿Porqué? Porque a esta persona le faltaría altura para rellenar el espacio que tiene entre el hombro y la oreja ya que el colchón no habrá bajado casi nada y esa almohada seguirá teniendo 10 o 11 cm.

Si la almohada es de calidad todas pueden cumplir bien su función. Depende más de nuestra posición a la hora de dormir, la firmeza del conjunto y el material de qué está hecha, que compremos una u otra.

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